
Hoy es domingo.
Para ti, para mí y para todo el mundo, y esto no hay virus que lo cambie.
De donde yo soy (Valencia), el domingo es día de paella. Especialmente ahora en primavera, es el día en el que te juntas con la familia y, cervecita en mano, hablas sobre fútbol, política y series al calor del fuego mientras se prepara el arroz.
Esta primavera (y sus domingos) son diferentes, claro.
Ni siquiera estoy en Valencia. Y lo de la paella me queda lejos.
Lo llevo bien, pero los domingos son días de pensar y reflexionar. Y me he dado cuenta del primer lugar al que QUIERO ir cuando todo esto pase.
No es Nueva York.
No es París.
No es Bali.
Es a casa. Ni siquiera a Valencia. A casa. El día que lleguemos a la Fase 4, voy a mirar un bus temprano, hacer una mochila con las cosas básicas y volver a casa. Quiero ver a mi madre, jugar a la play con mi hermano, preparar una paella con mis amigos y beberme una buena horchata fresquita.
Y eso no puedo (ni quiero) hacerlo en Nueva York, París o Bali.
Esto no te lo cuento para desahogarme, tiene una lección que puedes aplicar a tu negocio.
Yo no soy el único que piensa esto. De hecho, muchas personas con las que he hablado las últimas semanas, lo que quieren es esto. Volver a casa por unos días, pasar tiempo con los suyos.
Es decir: ESTO es lo que están pensando tus clientes. ESTO es lo que van a hacer tus clientes.
¿Cómo puede tu negocio turístico aprovecharlo? ¿Qué mensajes puedes enviar para empatizar con su situación? ¿Puedes ayudarles?
Piensa en las respuestas. Piénsalas bien. Saber lo que tus clientes piensan (y actuar sobre ello) te va a dar muchas alegrías.
Copywriting para entender a tus clientes
Un abrazo,
Ricardo
PD: A todo lo que le he contado, súmale deporte en la tele (fútbol/baloncesto/tenis/motos/fórmula 1). En mi casa, aunque nadie le hacía caso, los domingos siempre había deporte de fondo.