
Siempre me ha hecho mucha gracia la gente que, cuando le preguntas por su mayor defecto, dicen que son “demasiado perfeccionistas”.
Venga, va.
Ay, mi mayor defecto es que quiero hacerlo todo muy muy bien
A otro con eso. Puede ser un defecto, pero estoy seguro de que tienes unos cuantos peores que “querer hacerlo todo bien”.
Digo esto por un mensaje que recibí el otro día, sin yo pedirlo. Decía (literalmente) así:
Quiero que sepas que me has inspirado. No he lanzado mi página porque quería algo perfecto, ya sabes, la super página. Y veo la tuya y pienso que con lo sencilla que es cumples con el propósito de transmitir tu esencia y habilidad comunicativa. Sin tanto adorno.
En fin, gracias. Fue mi lección del día
Cuando monté mi primera web, tardé semanas en tenerla. Acababa de trabajar y me metía por las noches a programar y diseñar. Como no era lo mío, claro, me costaba mucho.
¿Fines de semana? A diseñar.
¿Días libres? A diseñar.
Y cuando me preguntaban que cómo iba mi web, pues salía con lo típico
Trabajando en ello.
Y lo mismo con las estrategias: necesitaba tenerlo todo atado y bien atado antes de escribir un email o abrirme un perfil en redes.
A veces salía según lo planeado, a veces no.
En los últimos meses uno de mis mantras es este: “Mejor hecho que perfecto”
Empecé con el email diario sin tener un email para el día siguiente.
Lanzo mis servicios sin tener una página donde los explique como tal.
Y dedico más tiempo a hacer y menos tiempo a “pensar que debería hacer”.
Hay muchos negocios donde esto pasa. No voy a empezar una estrategia de email marketing sin tener una gran lista. Y no voy a empezar a construir una lista sin tener una automatización. Y no voy a diseñar una automatización sin…
Bla, bla, bla.
Para empezar a hacer email marketing, empieza. Envía un correo a tu lista. Luego otro. Y otro.
A las semanas, quizás, preparas un Lead Magnet en tu web y vas atrayendo clientes. Con el tiempo, una automatización de bienvenida. Y poco a poco vas mejorando el resto de apartados.
Es complicado pensar así, lo sé (a mí me llevó tiempo). Pero merece la pena.
Yo, de hecho, lo hago así con algunos clientes. Empezamos con algo sencillo y vamos aumentando la carga en función de los resultados y la disponibilidad.
Más tranquilidad, más seguridad, menos agobios, menos riesgos
Email marketing para hacer más y pensar menos
Un abrazo
Ricardo
PD: Si tuvieras que empezar YA a hacer algo en tu negocio, sin barreras, sin perfeccionismos, ¿qué sería? Respóndeme y me cuentas, será una forma de auto-obligarte a cumplir