
Verano de 2012.
Juegos Olímpicos de Londres.
Ese año trabajé como becario en un periódico deportivo. Era mi primer trabajo (remunerado) como periodista, todavía no había terminado la carrera y estaba muy contento.
Era joven.
Y los primeros días, fui a trabajar en bermudas. Pantalón corto, vamos.
Al tercero, una compañera me dijo:
Oye, eso de las bermudas… bueno, si puedes evitarlo, mejor. Al director, en general, no le gustan. Y mejor que te lo diga yo antes de que él lo vea y te lo diga.
Agradecí el consejo y nunca más volví a llevar pantalón largo. A pesar de que trabajaba en una redacción donde no nos visitaba nadie y a pesar de que cada día de julio, agosto y septiembre de ese año entré a trabajar a las 16.00 de la tarde.
Hacía mucho calor.
Y yo les decía a mis amigos que eso de llevar pantalón largo en verano era de persona adulta, trabajadora, responsable.
En el verano de 2015 trabajaba en una agencia de publicidad de Valencia.
Allí predominaban los pantalones cortos. Los llevaban los becarios, los diseñadores, los copys.
Todos.
¿Todos?
No. Yo, el primer día, fui en pantalón largo.
Pasé calor.
Y vi que el resto no los llevaba.
Así que no volví a llevarlos más.
Parece que la vida adulta, responsable y trabajadora era algo más que llevar pantalón corto.
Escribo esto cuando acabo de terminar una reunión de equipo y vestía una camisa hawaiana (muy chula) arriba y un pantalón corto debajo.
Y descalzo.
¿Me siento menos profesional? ¿Menos adulto? ¿Menos responsable?
No…
… Pero muchos negocios sí.
Necesitan mostrar seriedad en su web, frases rimbombantes, títulos universitarios, experiencia, fotos de stock.
Esto pasa sobre todo en sectores “aburridos” (a mí no me lo parecen) como la arquitectura, la abogacía, la medicina, industrias al por mayor.
¿Te viene algún negocio así a la cabeza?
Busca su web. Será seria, profesional, adulta… pero si no consigue conectar, si no consigue ventas, no sirve para nada.
Yo cuando escribo, me pongo en tu piel. En la tuya, no en la del resto de empresas de tu sector. Y si tenemos que ser diferentes, lo seremos. Si tú te atreves, yo me atrevo.
Vemos resultados y si funciona, seguimos.
Aquí un copywriter serio que escribe descalzo
Un abrazo
Ricardo
PD: Este es uno de los últimos emails diarios que voy a enviar. Y la última vez que ofrezco mis servicios (por el momento) como copywriter). Mañana te cuento más.