Cómo convertir metáforas en “matáforas”

Uno de los lanzamientos que dirigí a principios de año era sobre psicología y mentalidad a la hora de invertir en bolsa

 

Me pegué una buena paliza en investigar, porque yo de bolsa ni idea (y ya de psicología en bolsa, menos aún). Me reuní con el cliente varias veces, leí todo lo que pude y vi varios vídeos y conferencias suyas. 

 

¿Lo entendí?

 

Al final sí, claro. Pero para eso tuve que dedicar muchas horas… y a las personas a las que iba a escribir no lo tenían. 

 

Así que necesitaba que entendieran esos conceptos complejos de una forma más rápida y más sencilla

 

¿Solución?

 

Las metáforas. 

 

Ya sabes, explicar una cosa con otra. Darle al lector un vocabulario que vaya a entender, una situación que le sea familiar y, a través de ello, explicar los conceptos. 

 

Practicaba con mis compañeras de piso. ¿Lo entendían? Entonces podía tirar hacia delante. ¿No lo entendían? Había que trabajar más esa metáfora. 

 

¿Entonces una metáfora es siempre una buena opción?

 

Sí… si sabes cómo utilizarlas. 

 

Si más que una metáfora, es una “matáfora”.

 

Una que mata dudas, objeciones, problemas. Una que mata cualquier pregunta porque oye, todo está muy claro y explica a la perfección lo que querías decir. 

 

Conseguir metáforas tiene lo suyo. Conseguir “matáforas” cuesta mucho más: hay que hacer muchas, conocer muy bien al producto, al cliente, a los clientes de tu cliente…

 

Será por eso que en muchos emails que recibo (leo muchos), estas metáforas se quedan cortas y sin chispa. 

 

Copywriting con matáforas en tu web y tus emails

 

Un abrazo

 

Ricardo

 

PD: Esta semana es La Semana. La semana en la que Miguel presenta por primera vez su workshop sobre copywriting para lanzamientos y que es imprescindible para todo aquel que quiera dedicarse a vivir de escribir. 

 

No sé cuántos cientos de registrados van ya, pero si aún no lo has hecho, aquí el enlace: 

 

Workshop sobre Copywriting para Lanzamientos