
Hoy te traigo una cita
(no una cita Tinder o romántica, eso no. Una cita que dijo una persona).
Traducida, vendría a ser algo así:
“Nos ahogamos en información mientras nos morimos de hambre de conocimiento”
La cita se refiere a la cantidad de contenido que existe (sobre CASI cualquier cosa) en Internet.
La desgranamos en dos partes
Parte 1: Nos ahogamos en información
Esta la conoces y yo soy en parte culpable de ella. Mira tu bandeja de email. O tu muro de Facebook. O Instagram, o pásate por Google.
Hay mucha información. La mayoría, repetida. Otras, sin contrastar. Otras, aburridas. Al haber mucho, hay de todo
Parte 2: Nos morimos de hambre de conocimiento
Aunque todo está ahí, gratis, queremos más. Por eso seguimos cada día nuevas cuentas, nos suscribimos a listas de correo (como esta) e incluso pagamos por formación.
Hay mucho y queremos más. ¿Información?
No, conocimiento.
Fíjate: hay mucho, te agobias de lo mucho que hay y aun así, pagamos por formación de calidad.
(Yo el primero, la última, el jueves pasado).
Últimamente aplico un “filtro colador” a las cosas que sigo. Menos información, más conocimiento. Menos gratuito y más calidad. Menos lo que salga y más lo que busco.
De primeras, he borrado Instagram de mi móvil y he hecho limpieza de unas cuantas listas de suscripción que no me aportaban nada.
(Si en este caso es la mía… jo, duele decirlo, pero tendrás que borrarte).
También dedico más tiempo (y dinero) a la formación que sé que me va a aportar. Y a preguntar a gente que sé que sabe cuál es esa formación.
El otro día, alguien de ese grupo de “gente” me dijo una.
Una que será en papel, que será muy buena y que todavía está en la imprenta.
¿Sobre qué?
Te lo cuento en un próximo email (si no te borras de la lista, claro).
Un abrazo
Ricardo
PD: Si pongo una cita sin el autor, me da toc. No lo puedo evitar. En este caso, Robert W. Bly se la asigna a Rutherford Rogers. Google, a otros.
Así que nos quedamos con la duda.